Los anarquistas siempre se auto-denominaron los hijos de los fusilados, y por ello debemos hacer una mención a aquellas flores que por exuberantes y diferentes vieron truncado su ciclo natural y no llegaron a dar fruto. 

O como dijo el poeta Shelley…

..Cuantas flores nacieron para abrirse en soledad y perderse con su grato perfume entre las aguas del desierto!”

Mateo recuperó sus gesto irisado al dedicar una flor de su relato al etnógrafo libertario Elías Reclus, hermano mayor de Eliseo, quien utilizaba el seudónimo de Jacques Lefrêne por identificarse con la flexibilidad y resistencia del Fresno.

Mencionó que fue precisamente él, uno de los pocos que han abordado el asunto de las flores funerarias, señalando que provenían en buena medida de los usos mágicos y medicinales que los humanos les habían dado desde la noche de los tiempos. Así lo dejó escrito en un raro estudio geo-botánico que incluía el estudio de algunas plantas tóxicas y sacralizadas como el estramonio, la belladona o la misteriosa mandrágora.

Única entre los vegetales, la Mandrágora tiene forma humana. Por qué? Compadecida de los sufrimientos humanos, la Naturaleza le ha dado la forma de su hijo querido, sabiendo que éste no ama sino a sus iguales y que toda ternura es fuente de simpatía. Por este milagro, demanda la atención, estimula la curiosidad”1

Entre las humildes flores de cementerio, Mateo quiso destacar a aquellas que acompañaron al inclasificable Francisco Ferrer Guardia, masón, republicano, socialista y anarquista de corte reclusiano, al que debemos considerar si no iniciador, sí un renovador de la educación por la vía de los hechos consumados y el ejemplo personal.

No está de más recordar que puso en marcha una obra de educación popular que no ha sido aun suficientemente reconocida, y que por cierto, tuvo siempre a la naturaleza y a las flores muy presentes. En este sentido se impartían con frecuencia lecciones de botánica a los alumnos en las escuelas modernas durante sus excursiones, y contaban con la presencia del catedrático de botánica y geología Odón de Buen; uno de los más fieles colaboradores del proyecto ferrerista.

Ses idèes feront germer le bon grain anarchiste que ces mauvais jardiniers de Marianne voudraient revendiquer pour leur jardin saharien”2

Como no podía ser de otra manera, no podían faltar flores en la desolada tumba de Ferrer del cementerio de Montjuic, donde se le enterró precipitadamente tras su fusilamiento el 13 de octubre de 1909, sin ni siquiera haber dejado tiempo a los familiares a despedirse de él ni a velar su cadáver, pudiendo al menos ser testigos de su entierro, la madre de Soledad Villafranca y algunos cuñados. Pero la muerte de Ferrer Guardia, no solo dejó desolados a sus parientes. Una ola de indignación y protestas recorrió el mundo, y un modesto colaborador de la Escuela Moderna en Argentina, Samuel Torner, colgó ese día un cartel a la puerta de su centro escolar donde se podía leer ..cerrado por dolor universal.

Aunque las autoridades prohibieron terminantemente todo tipo de actos conmemorativos o concentraciones de más de cinco personas en torno al sepulcro de Ferrer, no pudieron evitar que cada aniversario se llenara el cementerio civil de gente, y que periódicamente manos desconocidas depositaban coronas con los más diversos motivos florales o tarjetas funerarias en idiomas diversos.

Aquel mausoleo austero y asilvestrado, acorde con las ideas del fundador de la Escuela Moderna, fue deteriorándose debido al abandono institucional y al paso implacable de los años. Lo que era un enterramiento provisional mientras se conseguía autorización para pasar a un nicho con concesión a perpetuidad, hubo de esperar hasta el año 1932 para adquirir los permisos municipales necesarios. Finalmente, durante 1938 se construiría allí mismo un panteón en el cual se depositaron los restos de Francisco Ferrer, junto a los cadáveres de dos milicianos confederales caídos en combate, Francisco Ascaso y Buenaventura Durruti.

..Bajé unos pasos hacia una especie de gran socavón […] En su base se observan varios montículos sobre los que se dejan coronas o, a veces, simplemente un esqueleto leñoso de corona; papel amarillento; un trozo de madera que antiguamente, obviamente, llevaba una inscripción. Sólo, sobre un montículo rojizo de claveles rojos, sonríen los blancos crisantemos, verdea una corona de hiedra; las ramas de jazmín oloroso y los ramos de siemprevivas están artísticamente dispuestas: esa es la tumba de Ferrer..”3

Ya que hablamos de melancólicas flores de entierro podemos recuperar, por ejemplo, la presencia de flamantes claveles rojos en los cortejos fúnebres de dos grandes socialistas, fallecidos con poco tiempo de diferencia.

Mientras que para el entierro de Pablo Iglesias en 1925, la dictadura de Primo de Rivera permitió que se celebrara el sepelio, y los claveles y otras flores encarnadas pudieran cubrir la tumba del abuelo del socialismo español que había dado su sí quiero al nuevo régimen.

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Por otra parte, tras el asesinato político de Salvador Seguí en la Barcelona de los años del pistolerismo, donde ..en la oscuridad de la noche primaveral fue tronchada una flor roja del jardín de la anarquía, las autoridades se apresuraron a retirar el cadáver de las mismas calles, y enterrarlo en la más sorda clandestinidad, por lo que pudiera pasar.

A pesar de que la policía dispersó violentamente a las mujeres del barrio que depositaron flores sobre la mancha de sangre, aun caliente, en el cruce de las calles de La Cadena y San Rafael; no pudieron evitar que fuera renovado cada día, este encarnado homenaje por parte de los que habían visto crecer y luchar, en aquellas mismas calles, al inmenso Noi de Sucre.

una hora después de su muerte, manos femeninas venidas desde distintos lugares habían dejado caer sobre las manchas de la calle unas flores humildes, que tardaron muchos días en marchitarse. Como en las leyendas medievales..”4

Rodeado de flores, Mateo rememoró la querencia de los republicanos por las notas aterciopeladas del Pensamiento, más conocidas como trinitarias por sus tres colores y por ser de uso recurrente en sus actos funerarios y conmemorativos. Esta flor sería adoptada por ellos como insignia política, aunque optaron así mismo por dejarse querer por otras fragancias del jardín político que fue el periodo de la Restauración borbónica, en el que -salvo excepciones- vegetaron.

..Allí está el despachito de Nakens, los almacenes abarrotados de sus obras, de folletos… Un cartelón con el consabido cura y la moza cuyas medias se amarran a la rodilla voluptuosa. Estampillas, paredes donde se han secado cartas y recibos. Y todo esto asomado a las ventanas de un jardín alegre, sencillo, un jardín republicano también, donde luce un sol de supuesta complicidad proletaria..”5

Echando mano de su memoria, mencionó que el pensamiento es un flor que se desarrolló a mediados del XIX a partir de variedades más simples, gracias a los avances en botánica; y que su variedad republicana se contraponía a las tradicionales margaritas de los carlistas o a los lirios propios de los partidarios de Alfonso XII; pero que pasados los años ya no estaba claro cual era su flor preferida.

Uno de los mejores ejemplos de la diversidad del Ramillete republicano podíamos encontrarlo en las celebraciones que tenían lugar en Alicante cada 8 de marzo en recuerdo de los liberales fusilados en 1844, actos que aglutinaban a un amplio sector del Alicante liberal, que tenía su reflejo en la variedad de flores y plantas que, a modo de homenaje, eran depositadas en el lugar del homenaje, predominando las ramas de acacia de las sociedades masónicas y las coronas de laurel ofrecidas por delegados de las instituciones, las palmas con lazos blancos de los espiritistas o los ramilletes de siempre vivas, pensamientos y claveles de las sociedades obreras..

El gremio de toneleros asistió en corporación a la función cívica del 8 de marzo; ostentaban todos los agremiados en la solapa de la americana un pensamiento, y tres botones de siempre viva..”6

Añadió finalmente que estos planteamientos secularizadores y librepensadores fueron calando entre los sectores urbanos y progresistas a finales del siglo XIX, siempre desde posiciones alejadas de lo religioso y por tanto, más cercanas a la expresión artística más natural, efímera y popular; y sirvieron por ejemplo, para comenzar a ponerles nombres de flores, sobre todo a las niñas, para adquirir seudónimo floral en la prensa obrera o republicana, además de titular almanaques y obras literarias ligadas a la cultura obrera y anarquista.

..Las buenas, las sencillas flores, son tan felices y brillantes en el estrecho jardincillo del pobre como en las opulentas pelusas del castillo y rodean la cabaña de la belleza suprema de la tierra; porque la tierra, hasta ahora, no ha producido nada más hermoso que las flores..”7

Mateo se dio cuenta que había olvidado mencionar que eran miles en España los que aun reclamaban una tumba para poder llevar una flor a sus antepasados, desaparecidos durante la guerra española y la larga represión franquista que le sucedió

Finalmente, afirmó rotundo que por muy curioso que resultara analizar el trasfondo político de la jardinería funeraria, o que sirvieran por contra para celebrar la vida; esperaba que nunca tuviéramos que verlas como el único alimento disponible, como sucedió en los años de la guerra española y aun más en la posguerra.

NOTAS:

  • 1RECLUS: Physionomies Vegetales. Portraits d’arbres, d’herbes et de fleurs. S.d, S.l, p. 55. Etnógrafo, botánico, folklorista, historiador de las religiones o la mitología, el desconocido Elías Reclus no fue un gran especialista académico como su hermnao Eliseo, y sí un trabajador incansable en disciplinas diversas que nunca se mostró interesado en publicar sus trabajos y mantuvo durante toda su vida aquella máxima de …cuídate de tener éxito.

  • 2L’ACTION Syndicale 28-11-1909. Si el haberle dado el nombre de Sol a una hija suya no es suficiente, podemos citar por ejemplo la obra Sembrando Flores, encargada por Ferrer Guardia a Federico Urales y editada por la casa Publicaciones Escuela Moderna en 1906 para ser utilizado como libro de lectura en las escuelas racionalistas; texto que acabaría dando nombre a varios grupos anarquistas en los años sucesivos y el nombre propio del protagonista, que se llamaba Floreal, popularizado entre los libertarios.

  • 3JOURNAL de Charleroi 11-01-1912. Tras el fusilamiento Ferrer fue enterrado en el nicho nº 327 del cementerio libre, propiedad de Alfredo Meseguer; ..“Las autoridades no permitieron el soterramiento en una tumba individual, y los restos fueron depositados en la fosa común. A la familia, sin embargo, se le permitió colocar una piedra para indicar el sitio donde había sido enterrado”, VVAA: Francisco Ferrer. His life, work and martyrdom. Francisco Ferrer Association, New York, 1910, p. 56. Meseguer también fue el encargado de tramitar la concesión administrativa en 1931, siendo trasladados los restos a su nuevo mausoleo el 13 de noviembre de 1932, donde se instaló un placa negra, donada por la Casa del Pueblo del Distrito 5º. Ver, Noel: Una visita a la tumba de Ferrer, en Escenas y andanzas de la campaña antiflamenca. Editorial Sempere, Valencia, 1913, pp. 38-44.

  • 4NUEVO Mundo 16-09-1931. Algo parecido le sucedió al italiano Enrique Malatesta, que pasó sus últimos años acosado por las autoridades fascistas, prohibiéndose cualquier símbolo político y siendo cercados los asistentes en el sepelio que ..“siguió un itinerario fijado previamente por la policía. Ésta arrebató un ramo de claveles rojos que la ahijada de Errico quería depositar sobre la tumba. Las flores enviadas por los vecinos tuvieron que ser retiradas también. El cadáver quedó en la fosa común. Se puso una cruz sobre la sepultura tal como ordena el reglamento administrativo, aunque pudo retirarse el emblema religioso tras una intervención enérgica de la compañera de Errico…”, Nettlau: La Revista Blanca 15-09-1932. Ver también, La Humanitat 10-03-1933; La Voz 28-08-1936; España Libre 14-03-1954.

  • 5HERALDO de Madrid 01-10-1930. El Pensamiento fue el título de la escultura conmemorativa en honor del revolucionario y masón Francisco Ferrer, creada por el anarquista Émile Derre -1909-, que presentaba al fusilado sostenido por su hija en el momento de su muerte. José Nakens fue el director de El Motín [1881-1926], republicano y librepensador, mantuvo una sección, Manojo de Flores Místicas, donde ejercitaba con soltura la critica anticlerical, “¿De modo que nuestros republicanos darán flores? Hasta ahora, cuando se reunían más de dos se contentaban con dar leña. ¡Y que no será cosa de ver a Salmerón rompiendo en heliotropos, a Muro en yedra, a Carvajal rodeado de narcisos, a Pí convertido en pinabete de Canadá y a Castelar florido como un culantrillo!”, Gedeón 23-09-1897. También hubo una sección similar en Las Dominicales [1883-1909]. Ver, La Ilustración Católica 05-05-1886.

  • 6El ALICANTINO 09-03-1892. Existe en Alicante un barrio, Las Carolinas, cuyas primeras calles fueron construidas a mediados de la década de 1880 en formato cooperativo y bajo criterios de higienismo social, llevando de forma inicial nombres de flores, junto al de significados librepensadores y otras con alusiones republicanas o libertarias, ..la madre bajo al jardín helado. Se arrodilló ante el tronco frio de una acacia y lloró; imploró al árbol. Abrazándose a él, que floreciese, para que sanase a su hija. Y vertió tantas lágrimas y tan grande fue su insistencia, que se ablandaron las rigideces del árbol, templaron enternecidas las ramas y súbito cubriéronse de flores, de flores blancas como el amor maternal… Desde entonces florecen en el invierno las acacias..”, Viñuales: La flor de las acacias, Solidaridad Obrera 19-03-1949. También, El Imparcial 29-03-1871, 07-04-1906; La Defensa 31-03-1906.

  • 7MAETERLINCK: Tierra y Libertad 11-11-1914. El revolucionario y ateo francés Sylvain Marechal [1750-1802], ligado al grupo de Los Iguales, fue el inventor del calendario laico que incluiría siempre referencias botánicas en clave mítica y revolucionaria; siendo además compositor de algunos himnos musicales con motivo de las llamadas Fiestas de la Razón, 1792-95, una de ellas titulada La Rosière républicaine, ..“Producen a primera vista una impresión de arte exquisito y aristocrático. En todas ellas hay flores de nombres extravagantes, cuando no son de la exclusiva osadía del dibujante. Lo que no pintará nunca Riquer ó casi nunca son flores ó plantas que sean conocidas y amadas por el vulgo..”, La Revista Blanca 15-08-1900. Ver, La Novela Ideal: Almanaque, 1927. También, Litvak: España 1900. Modernismo, anarquismo y fin de siglo. Barcelona: Anthropos, 1990, pp. 21-61, 75-102.

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